Confianza al hablar en público
No solemos conectar la falta de confianza en nosotros mismos con la forma en que nos hablamos, pero deberíamos…
Si sueles decirte cosas como “no soy muy buena en esto” “no se me da bien lo otro” soy un desastre”… esos mensajes condicionan, y mucho, cómo te sientes acerca de ti.
El lenguaje es poderoso, mucho más de lo que creemos. A nivel inconsciente esos mensajes van calando y la imagen que tenemos de nosotros mismos y de nuestras capacidades depende, entre otras cosas, de esas conversaciones que mantenemos con nosotros mismos.
A veces no es tan sólo lo que nos decimos sino cómo nos lo decimos. El tono, la certidumbre que pones en expresiones como “pero mira que eres tonto”
Ya sabes que a la hora de hablar en público necesitas estar centrada y fuerte porque vas a exponerte y eso despierta, al menos, un deseo de salir bien parado de esa exposición y, en otros casos, un miedo intenso a no dar la talla.
Por eso te invito a que pongas consciencia de lo que te dices y cómo te lo dices y empieces a hablarte con más cariño y consideración.
Esto aplica siempre pero es crucial desde el día de antes de la presentación hasta la presentación. Ahí es cuando más necesitas de tu ternura hacia ti y, por cierto, hacia los demás: huye de los malos rollos, apárcalos hasta que termine la presentación. Necesitas el mejor de tus estados para tu presentación y, para esos “marrones” también, necesitas poderte concentrar plenamente en tu estado y en resolver esos problemas y el día de antes de tu presentación no estás para eso.
En el vídeo te explico lo que me sirve a mi…espero que te inspire.
Y recuerda…nada de malos rollos hasta que hayas terminado tu presentación