El discurso de la cena de empresa

Querido directivo: ¡tienes tanto trabajo!, ¡tantas cosas que atender! Que resulta comprensible que priorices y dediques tu tiempo a lo realmente importante.

Precisamente por eso me gustaría resaltar la importancia de cuidar esos momentos en los que te diriges a los tuyos: CUIDAR AL DETALLE CADA DISCURSO.

Y el discurso de la cena de empresa puede parecer banal, porque no es un momento para hablar de objetivos ni para organizar el trabajo.

¡ERROR!

Es un momento fundamental para sellar tu liderazgo, para ilusionar a tu equipo y para estimular el orgullo de pertenencia a la empresa.

Es muy importante que dediques tiempo a preparar y ensayar ese mensaje, esta es una de las tareas que no puedes delegar: vas a ser tú el que salgas a hablar y debes ser tú el que te prepares para hacerlo.

Eso no quiere decir que no puedas pedir ayuda para su preparación (de hecho, yo me dedico a eso, jejeje) pero solo tú puedes decidir qué dices y cómo lo dices.

Tu liderazgo se fortalece o debilita con estos discursos, es importante que puedas acceder al mejor de tus estados, que tengas un discurso elocuente, emotivo, honesto, que tu cuerpo y tu voz expresen esa mezcla tan tuya de seguridad, ternura y diversión…

Y todo esto se consigue picando piedra, no hay atajos.

Así, mi propuesta es que haya tiempo en tu agenda para esta tarea fundamental: preparar (y mucho) tu discurso de la cena de empresa.

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