Gracias por haberme dejado llegar a ti de una u otra forma, ya sea a través de las redes, o presencialmente en las sesiones de coaching o en las de mentoría, en los cursos o talleres… Te agradezco enormemente que me hayas abierto las puertas de tu mente aunque haya sido un momento.
Te deseo unas navidades con mucha presencia en las que puedas conectar contigo mismo y con los demás, que las vivas de forma que supongan un recurso para tu futuro: que puedas grabar en tu memoria los buenos momentos para poder volver a ellos después. Que puedas vivir esos momentos en cámara lenta, como en las películas.
¡Feliz Navidad!