Gestión de la ira y el enfado

En el episodio de #UnTéconMartayMar del pasado jueves titulado “No me quiero enfadar más”, junto a Cristina, aprendimos que el enfado es energía intuitiva que quiere ayudarnos a poner límites, a decir que no, a respetar nuestras necesidades.

Por lo tanto, esta energía tiene una inteligencia que, bien canalizada puede sernos muy útil. Esta energía proviene de la interpretación que hacemos de la realidad. Y, claro, cada uno hacemos una interpretación diferente según nuestras experiencias y creencias. Por eso lo que me enfada a mí puede no enfadarte a ti y al revés.

Otra característica muy importante del enfado es que necesita que lo expresemos (por eso es una energía que nos impulsa hacia adelante)

Gestionar el enfado requiere consciencia y voluntad ¿para qué? para no hacer lo de siempre, para no responder de forma automática, inconsciente. ¿Cuál es tu respuesta automática al enfado?

Hay personas que explotan y expresan su ira con insultos, castigos y venganzas.

Otras personas reprimen su enfado y dejan esa energía dentro en forma de tensión corporal, estrés o enfermedades.

Dependiendo del contexto, a veces nos comportamos explotando y a veces reprimiendo nuestro enfado.

Ninguna de estas dos formas de expresión son funcionales, no resuelven la situación que ha provocado la ira.

Cuando éramos pequeños aprendimos a mostrar alguno de estos patrones y nos fueron útiles, sin embargo, quedaron marcados como patrones habituales y ahora como adultos nos gustaría elegir conscientemente nuestras respuestas de forma que sean acordes con nuestros valores e intereses.

¿Por donde empezar a gestionar la ira?
1- Toma de conciencia: piensa en una situación en la que te enfadaste y pregúntate si descargaste tu ira, si expresaste cómo te sentías y si propusiste alguna solución
2- Date unos minutos para respirar, relajar y conectar.
3- Ahora vuelve a esa situación y pregúntate con curiosidad: ¿de qué otra forma podría haber reaccionado?

 

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Mar Félix (@marfelixfando)

Hay aquí dos claves importantes:

  • Estado de presencia (en este vídeo te explico lo que es y cómo conseguirlo): Ser capaz de auto observarte, conocerte, saber cómo siente ira tu cuerpo, darte cuenta de que lo que sientes es enfado y separarte de él. Poder ver que tú no eres ese enfado, tú eres el que lo siente y tienes muchas opciones de reacción
  • Tiempo antes de reaccionar: Darte tiempo para poder volver a un estado más neutro que te permita elegir tu respuesta de forma acorde con tus valores, expresando tu enfado en primera persona y sin juicios y proponiendo una solución

Cuando he conseguido hacer esto en algunas situaciones he conseguido mantenerme firme marcando mis límites de forma tranquila y considerada y, además, he ganado confianza en mí misma y en mi capacidad. Otras veces no lo consigo y soy paciente conmigo misma y con mi proceso.

 

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Mar Félix (@marfelixfando)

Me gustaría saber tus impresiones sobre:

  • Tu patrón habitual de respuesta al enfado
  • Tus resultados al aplicar esta forma de gestionarlo

 

¡Te animo a que lo pruebes y nos enseñes tus trucos!

 

Compartir