Aplicar PNL te permite vivir una vida feliz, productiva y exitosa.
También te facilita aprender constantemente mediante el reajuste de nuestra forma habitual de pensar, comunicar y comportarnos.
Así, la PNL es el proceso de aprender cómo pensamos, comunicamos y actuamos de forma que podamos empezar a pensar, comunicar y actuar de forma más útil (que nos acerque más a nuestros objetivos).
La PNL (Programación Neuro-Lingüística) no es una ciencia, sino una metodología, una tecnología y también una actitud. Nació como una forma de aprender de la excelencia de psicoterapeutas excelentes (Virginia Satir, pionera en terapia familiar; Fritz Perls, terapeuta Gestalt y Milton Erickson, hipnoterapeuta clínico, considerado padre de la hipnosis) desde un prisma diferente: entender la estructura de lo que hacían, de lo que decían, de cómo pensaban para poder aprender de ellos.
La PNL estudia cómo nos representamos nuestra experiencia neurológicamente (Neuro), cómo nos comunicamos con nosotros mismos y con los demás (Lingüística) y cómo podemos cambiar nuestra forma habitual de pensar, comunicar y cómo podemos cambiar también nuestro comportamiento (Programación).
La base sobre la que trabaja es entender que las personas no son sus comportamientos ni sus pensamientos y, por lo tanto, cuando aprenden a cambiar la forma en la que piensan, la forma en la que se sienten (sus sensaciones en sus cuerpos) y la forma en la que se comportan, cambian sus vidas.
El abordaje no es curar enfermedades o aliviar problemas sino optimizar el cerebro humano de forma que trabaje a su máximo rendimiento y pueda adaptarse a los problemas. Es una forma de pensar deliberada y es una habilidad que se puede aprender.