Mis errores garrafales como líder
He aprendido mucho más de los errores que de las lecciones de los sabios. Pensando en esto mientras preparaba este vídeo he recordado mi primera experiencia como jefa: era muy joven y mi negocio creció rápido así que pronto me encontré gestionando un equipo de personas sin que nadie me hubiera enseñado a hacerlo.
He seleccionado tres errores garrafales para compartirlos contigo:
1- Demasiada intimidad con mis colaboradores, eso dificultó que se aplicaran mis indicaciones cuando llegó el momento del feedback. Probablemente, la persona más incómoda era yo, en realidad, me gustaba mucho más pertenecer al grupo, ser una más. La soledad de la jefa me asustaba, así que retrasé demasiado el momento de evaluar el desempeño de mis colaboradoras/amigas. ¿El resultado? esa persona en concreto no reconoció mi autoridad y me desafió, lo cual me incomodó muchísimo más.
2- Demasiada poca supervisión. Creí que, con explicar bien las funciones que debían desempeñar, sería suficiente. Veía la supervisión como una intromisión, como un acto de desconfianza y lo evitaba. Esto me produjo varios problemas: no tenía la información de cómo se estaban desempeñando las diferentes tareas y, además, era desmotivador para mi equipo ver que no me interesaba por su día a día.
3- Escasa o nula gestión emocional. En mi inmadurez creía que no explotar cuando algo me enfadaba equivalía a gestionar mis emociones.
Por supuesto, mi enfado se comunicaba igualmente a través de mi lenguaje paraverbal (mis caras, el tono de mi voz, mis silencios…) y eso se transmitía y contagiaba rapidísimo. Al no expresar mi emoción (no con explosiones sino de forma considerada) y, al no utilizar la información de mi enfado para restablecer límites, verbalizar lo que se desviaba de lo esperado o explicar mejor cuales eran sus funciones, el clima se enrarecía y no se solucionaban ni prevenían futuros problemas.
He seleccionado estos tres fallos pero seguro que hice muchos más. A pesar del dolor que sufrí en algunos momentos difíciles estoy agradecida de lo que estos errores me enseñaron.
¿Quieres compartir y enseñarme con los tuyos?